Tal y como puede leerse en el panel cerámico situado junto a la construcción, los vecinos y vecinas, que estuvieron muy vinculados a esta ermita, colaboraron en la restauración del edificio en 1879 y actualmente organizan, a través de cofradías, las fiestas en honor a su patrona.

Este pequeño edificio de líneas sencillas está dedicado a Santa Bárbara, protectora ante la muerte repentina y de los rayos en caso de tormenta. Su culto está muy extendido en Valencia e incluso hay un refrán valenciano que dice Ens recordem de Santa Bàrbara quan trona.